lunes, 18 de octubre de 2010

Galicia me pone.

Anoche apenas dormi,el albergue de O Cebreiro estaba a reventar, me tocó la cama 70 del segundo dormitorio, imaginaros el concierto nocturno.
Volví a despertarme con fiebre pero con el frío que hacia afuera pronto me bajo.
Me abrigue todo lo que pude y llegamos relativamente fácil al alto de San Roque y O Poio.Afronte la etapa con mucho optimismo, sabía que era dura, que digo dura es un autentico rompepiernas, pero las trialeras bajando a Poromarin compensarian todo el esfuerzo del día.
Bajada a Triacastela con muchísimo frío y parada a tomar café y recuperarse un poco.
A las doce ya estábamos en Sarria, compramos para hacernos unos bocatas y también a por una toalla hoy con las prisas se me quedó en el albergue de O Cebrio.
Le comente a mi compinche que en lo alto hay un monasterio y que delante había un buen sitio para comer, el cuestión que hay que subir ya fue un reto casi insalvable para el, paramos en el cruceiro del alto para comernos los bocatas y me dije esta es la mía.
El saco su puto folleto y dijo"nos quedan 23 kilometros si son como estos últimos los hacemos cagando hostias".
Si, si, dije yo para mis adentros.
Me comí mi bocadillo tranquilamente y cuando acabe me puse a colocar bien las alforjas,a él ya le dio mala espina verme sacar un par de bolsas de basura y meter las alforjas dentro.
"¿Quieres tengo mas?"le dije.
"¿Porque las metes ahi?"me dijo.
Aprete las correas estilo Jhon Wane y me gire hacia el y le dije"me gusta llevar las cosas bien apretadas, vamos que nos espera una tarde muy dura."
Hasta ahora y gracias a las carretera,porque a el las piedras de el camino le molestaban,esto ya empezaba a parecerse un camino de rosas, ya era hora de ensenarle lo que es verdaderamente el camino.
Fue cruzar la vía de el tren y adentrarse en el cueston de tierra que hay justo después y oír detrás de mi"que dices tío vamos por la carretera".
Ja,ja,ja, le dije que solo era un poco que arriba ya había carretera que si íbamos por la carretera general daríamos mucha vuelta, subió como pudo casi arrastrándose y yo delante mirándome de risa.
"Que castigo, que castigo"era lo que oía detrás de mi, llegamos al chabolo de las máquinas de refrescos y paramos a tomarnos algo el resto de la jornada os lo podéis imaginar, con el sube baja sube baja.El sacaba su maldito folleto pero no le daban las cuentas por que no sabía ni donde estábamos.
Cuando vio las bajadas por las corredoiras llenas de piedras, se le vino todo encima.
Acabo mas reventado que despues de subir O Cebreiro el pobre, cuando faltaban unos cuatros kilometros para llegar a Portomarin eran las cinco de la tarde, vi un campito muy chusco y como íbamos bien de tiempo me tire allí a tomarme los últimos rayos de sol un rato muy largo.
Despues cuatro bajadas mas y ya llegamos a Portomarin.
Para el albergue, ducha, cena y cama, que falta le hace al pobre.
Yo por ahi dando paseos para relajar un poco las piernas y ver si se me pega algo.
Me he tomado lo que me dieron en la farmacia pero de momento no me ha hecho nada, empiezo a tener fiebre de nuevo.
Mañana me motiva mucho comerme el pulpo en Melide, creo que va a ser la mejor medicina para pasar el día.

1 comentario:

  1. Deberias perdonar al Pulpo...ya sabes que es una mascota oficial desde el mundial.Te está quedando un blog de puta madre,esa mezcla de tus paranoias y los delirios de la fiebre.änimo que ya esta más cerca Santiago,aunque ya sabes, que somos más devotos de S.Roque

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